6 prácticas saludables para un parto seguro

6 prácticas saludables para un parto seguro, según Lamaze Internacional:

1. Dejá que el trabajo de parto inicie por sí solo:
 un embarazo normal dura entre 38 y 42 semanas
 cuando el trabajo de parto se inicia naturalmente, significa que tu cuerpo y tu bebé están listos
 la inducción (goteo de oxitocina) puede generar contracciones muy fuertes y generarle stress al bebé

2. Caminá, movete y cambiá de posición durante el trabajo de parto:
 Ayuda a tu útero a trabajar de manera más eficiente
 Usá posiciones verticales, dejá que la ley de gravedad ayude a bajar al bebé
 Responder de manera activa al trabajo de parto te da confianza, menos insegura

3. Apoyo continuo: pareja, amiga, doula
 Dejá que te ayuden, que te incentiven y estimulen para reducir el stress
 El soporte físico puede ayudar a disminuir el dolor
 Estar informada también ayuda a incrementar la confianza

4. Evitá las intervenciones médicas salvo que sea estrictamente necesario: inducción, rotura artificial de membranas, prohibición de comer o tomar libremente, líquidos por vía intravenosa, monitoreo fetal continuo, episiotomía, peridural, cesárea.
 Muchas de estas intervenciones interrumpen y dificultan el trabajo de parto
 Elegí para parir un lugar que tenga índice de pocas intervenciones
 Preguntá si las intervenciones se realizan de manera rutinaria
 Durante el trabajo de parto, preguntá si hay alguna alternativa

5. Evitá dar a luz acostada sobre tu espalda, y respondé a tu necesidad espontánea de pujar
 Usá la gravedad como aliada para acortar la etapa expulsiva
 Pujá cuando tu cuerpo te diga
 Usá la posición vertical (parada, cuclillas) o de costado
 Usá camillas ajustables a tus posiciones

6. Quedate cerca de tu bebé: lo mejor para vos, para él y para el amamantamiento
 Piel con piel durante la primer hora de vida ayuda a la transición del bebé
 Los procedimientos de rutina como pesarlo, pueden esperar
 Preguntá cuáles son los controles que se pueden realizar mientras tu bebé está en tu pecho
 Compartir la habitación con el bebé no es un impedimento para dormir

Más info: http://www.lamazeinternational.org/

Método Frida Kaplan - Embarazo y Nacimiento Eutónico




El Método de Embarazo y Nacimiento Eutónico fue creado por Frida Kaplan (actriz, eutonista docente egresada de la Primera Escuela Latinoamericana de Eutonía) a partir de una búsqueda personal y de su experiencia acompañando a su hija durante el nacimiento de su nieto, quien gracias a los ejercicios de eutonía y la emisión de la O, pudo nacer por parto natural, evitando una cesárea.

Recorrer las actividades del Método es un viaje hacia nosotros mismos, se trata de un aprendizaje vivencial, práctico, y por eso cada experiencia es única.

El Método tiene como objetivo favorecer:

  • El Contacto con uno mismo
  • El Contacto con la pareja.
  • El Contacto de ambos con el bebé.
  • La conciencia vivencial del espacio por donde pasará el bebé para nacer.
  • La participación del padre.
  • Aliviar zonas de dolor propias del embarazo.
  • Elevar el umbral del dolor.
  • El uso de la mirada interna. 
  • Incorporar la emisión del sonido de la «O» que facilita la modificación del tono psíquico-físico.
  • Aprender a “pujar sonriendo”.

Se trabaja con pelotitas, cubos de goma espuma, corchos, y distintos elementos que facilitan el contacto.

El método propone un cambio de actitud frente al dolor. Generalmente, cuando algo nos duele, nuestro cuerpo y mente se cierran, se tensan y la sensación nos invade e inmoviliza. A través de ejercicios puntuales, se instala un comportamiento que nos permite atravesar y soltar el dolor, aflojando la tensión.

La conciencia vivencial del espacio por donde pasará el bebé para nacer, tiene que ver con instalar un sentimiento de confianza, el "yo puedo", a través de trabajos puntuales que permiten conocer las dimensiones óseas de la pelvis, y aflojar las tensiones de las partes blandas, modificando el espacio, dando mayor seguridad a la mamá para el momento del nacimiento.

El mayor beneficio del método, es poder transitar un aprendizaje que nos devuelve la libertad de elegir, replicando esto en tódas las áreas de  nuestra vida, pero especialmente en el nacimiento: se puede elegir. 

Les dejo un video donde Frida explica de qué se trata la emisión de la O, actividad clave del método, que favorece la modificación del tono, liberando tensiones en la pelvis. Es un gran recurso para poder habitarnos, y para atravesar el dolor de las contracciones.







Más información: Frida Kaplan
La foto pertenece a esta nota de la revista Para Ti

SMLM 2014: Posturas para amamantar y agarre adecuado




En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2014, comparto información útil para evitar problemas en el amamantamiento.

Conocer cómo funciona un correcto agarre, y las diferentes posturas para amamantar, puede ayudar a evitar problemas para ambos (mamá y bebé), como grietas o infecciones en el pezón, dolores de espalda, irritabilidad o poca ganancia de peso, mastitis, etc.


Entonces, la prendida al pecho es correcta cuando:




  • El mentón y la nariz del bebé están cerca del pecho de la madre.
  • Los labios del bebé están evertidos, sobretodo el inferior bien doblado hacia abajo.
  • La boca del bebé está bien abierta.Se observa más areola por encima de la boca del bebé que por debajo (agarre asimétrico).
  • La lengua del bebé está debajo de la areola.
  • Se observa un movimiento en el punto de articulación de la mandíbula.
  • La mejillas no se hunden, sino que se ven redondas y llenas.


Algunas posturas:




¡Feliz Semana de la Lactancia Materna!


Fuente: Alba Lactancia Materna


SMLM 2014: Extracción y conservación de la leche materna



La extracción de la leche puede hacerse por varios motivos: para que el niño continúe tomando leche materna mientras la mamá trabaja o realiza alguna actividad, para donar, para drenar el pecho, entre otras; en todos los casos, es necesario conocer las técnicas de extracción y almacenamiento de leche materna.

Existen dos tipos de extracción, manual o mecánica (para esto se utiliza un sacaleche). Cada una puede probar y optar la que le parezca más cómoda, como en todo lo relacionado con la lactancia: se puede elegir.

Ahora bien, si se elige la extracción manual, estos son los pasos:

1. Lavarse las manos

2. Masajear el pecho

3. Se aprieta suavemente el pecho desde la periferia hasta la areola, con la yema de los dedos.

4. Se realiza un masaje (ver imagen)

5. Colocar las manos en el pecho y realizar los siguientes movimientos:



6. Se aprieta la zona que está a 3cm de la base pezón, hacia la pared torácica, y luego se comprime el pecho entre el pulgar y los dos dedos. Se realiza una acción de "ordeñe", a medida que se aprieta el pecho y se separa la mano de la pared torácica, sin deslizar los dedos sobre la piel.

7. Repetir este movimiento de forma rítmica, en una velocidad que resulte cómoda. La mano debe rotar al rededor de la mama para masajear y apretar todos los cuadrantes. No hay que estirar ni frotar el pecho, la extracción manual puede durar entre 20 y 30 minutos, alternando los pechos cada 5 o 10 minutos.


Conservación de la leche materna para usar en casa

Tipo de leche maternaTemperatura ambienteRefrigeradorCongelador
Recién exprimida en un recipiente cerrado6-8 horas (25ºC o menos)3-5 días (4ºC o menos)2 semanas en el compartimento congelador dentro del refrigerador 
Previamente congelada, descongelada en el refrigerador pero no calentada ni usada4 horas o menos (hasta la próxima toma)24 horasNo volver a congelar
Descongelada fuera del refrigerador, en agua calienteSólo hasta que termine la toma4 horas o hasta la próxima tomaNo volver a congelar
La que sobra de la tomaSólo hasta que termine la toma, luego desecharDesecharDesechar
Además:
  • Cuanto más refrigerada y menos cambios de temperatura sufra la leche, mejor. Se puede guardar en la heladera hasta ser usada, o hasta ser freezada.
  • Congelar en cantidades de 50-100ml, de esta manera se descongela sólo lo que el niño va a tomar.
  • No se debe calentar a baño maría, ni directamente en el fuego (sí microondas y en una ollita con agua ya caliente.



¡Feliz Semana de la Lactancia Materna!


Fuente: Alba Lactancia Materna

Musicoterapia para embarazadas



El embarazo representa, en la vida de una mujer, una crisis vital. Esto no significa que sea algo malo o peligroso, sino que es un evento trascendente y transformador: luego de atravesar un embarazo ya no será la misma. Los cambios en el embarazo son muchos y muy rápidos, y atraviesan no sólo el cuerpo sino la mente, y todo el mundo interno de la mujer.


Así como una mujer dedica tiempo al cuidado del embarazo físico (consultas médicas, análisis, ecografías), resulta beneficioso dedicar tiempo al embarazo que se desarrolla a nivel psicológico.  La musicoterapia en esta etapa, representa ese tiempo para atender las necesidades psíquicas a la par de las físicas y teniendo en cuenta que el bebé a partir del 4to mes de gestación comienza a desarrollar la audición, la musicoterapia favorece que se establezca un vínculo prenatal a partir de lo sonoro, integrando también al padre.


Más allá de los temas que se trabajen en la sesión (miedos, ansiedades, expectativas, etc.), la música y el movimiento son las principales herramientas: canciones, instrumentos, música editada, canto, improvisaciones, y todo lo que ponga en juego las expresión y la creatividad. 


El bebé y su madre están unidos y conectados por tres vías: 

  • vía auditiva: sonidos dentro y fuera del útero.
  • vía sensitiva: estímulos vibracionales, el sonido en el cuerpo del bebé.
  • vía hormonal: las emociones maternas se traducen en información que viaja a través del cordón umbilical.

 Conociendo estos canales, se busca que puedan establecerse vínculos de forma saludable incluso antes del nacimiento, permitiendo a la pareja un espacio para elaborar cualquier obstáculo (consciente o inconsciente) que pueda presentarse.



Para más información, los invito a leer las Preguntas Frecuentes y los objetivos de la musicoterapia en el embarazo, y siempre cuentan con mi mail: clara.baffa@gmail.com.





Semana Mundial de la Lactancia Materna 2014






Desde hace 22 años, del 1 al 7 de agosto, UNICEF celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, este año el lema es Lactancia materna: un triunfo para toda la vida, y está centrada en proteger, promover y apoyar la lactancia como parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (acá toda la información sobre los ODM).

Si bien UNICEF estableció la "Norma de Oro" (lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, y continuada hasta los 2 años o más), las estadísticas comprueban que en Argentina, a los 6 meses sólo el %72 de los bebés son amamantados, mientras que al año ese número se reduce al %50. Estos números tienen sentido si vemos todos los obstáculos a los que debe enfrentarse una madre cuando decide amamantar: licencias por maternidad muy cortas, mitos y desinformación, médicos que sugieren leche de fórmula de manera rutinaria, opiniones de extraños, pero la más importante es la falta de apoyo.

Para que una mujer pueda sostener la lactancia, es necesaria una red de apoyo que la sostenga a ella y a su bebé, permitiendo que la naturaleza haga el resto (el cuerpo humano es maravilloso si lo dejamos), y sin sumarle mayores responsabilidades (¡como si mantener con vida a un bebé no fuera suficiente!).

Por otro lado, son muy pocos los casos en los que realmente está contraindicada la lactancia materna, como el VIH, virus de leucemia humana de células T, galactosemia o consumo de drogas como heroína, anfetaminas, etc.

Durante toda la semana estaré compartiendo información sobre lactancia materna,  comenzando con una nota de Lisa Marasco, publicada en la Liga de la Leche Internacional, donde explica algunos mitos falsos sobre el amamantamiento. 

Mitos sobre lactancia materna:

Mito 1: Amamantar frecuentemente al niño reduce la producción de leche, produce un reflejo de eyección débil y el fracaso de la lactancia
Realidad: La cantidad de leche que una madre produce llega a su punto óptimo cuando se le permite al niño sano amamantar tantas veces como lo necesite. El reflejo de eyección de la leche opera más fuertemente en presencia de un buen suministro de leche, que normalmente ocurre cuando se alimenta al niño a demanda, es decir, sin imponer horarios.

Mito 2: Una madre necesita amamantar únicamente de cuatro a seis veces cada 24 horas para mantener una buena cantidad de leche.
Realidad: Los estudios científicos demuestran que cuando una madre amamanta frecuentemente desde que nace el niño, con un promedio de 9,9 veces cada 24 horas durante los primeros 15 días, su producción de leche es mayor, el niño aumenta mejor de peso y la madre amamantará durante un período de tiempo más largo. La producción de la leche ha demostrado estar relacionada con la frecuencia de las tomas. La cantidad de leche empieza a disminuir cuando las tomas son poco frecuentes o restringidas. No hay que olvidar que muchos bebés recién nacidos comen cada hora y media o cada dos horas, lo cual es normal y frecuente.

Mito 3: Los niños obtienen toda la leche que necesitan durante los primeros cinco a diez minutos de mamar.
Realidad: Aunque muchos bebés mayorcitos pueden tomar la mayor parte de su leche en los primeros cinco a diez minutos, esto no es generalizable a todos los niños. Los recién nacidos, que apenas están aprendiendo a mamar, no siempre son tan eficientes al pecho y a menudo requieren mucho más tiempo para comer. Poder mamar también depende del reflejo de bajada de la leche materna . Aunque a muchas madres les baja la leche casi inmediatamente, a otras no les sucede igual. En algunas mujeres, la bajada de la leche es escalonada, tiene lugar varias veces durante una sola toma. En vez de adivinar, es mejor permitir que el niño mame hasta que muestre señales de satisfacción, tales como soltarse él solo o tener los brazos y las manos relajados.

Mito 4: Las madres lactantes deben espaciar las tomas para que puedan llenársele los pechos.
Realidad: Cada pareja madre/hijo es única y diferente. El cuerpo de una madre lactante siempre está produciendo leche. Sus senos funcionan en parte como "depósitos de reserva", algunos con mayor capacidad que otros. Cuanto más vacío esté el pecho, más rápido trabajará el cuerpo para reabastecerlo. Cuanto más lleno esté el pecho, más lenta será la producción de leche. Si una madre espera sistemáticamente a que se le "llenen" los pechos antes de amamantar, su cuerpo puede recibir el mensaje de que está produciendo demasiada leche y, por tanto, reducir la producción.

Mito 5: A las ocho semanas de edad el niño sólo necesita entre seis y ocho tomas de leche materna; a los tres meses sólo requiere de cinco a seis tomas; y a los seis meses, no más de cuatro o cinco tomas al día.
Realidad: La frecuencia de las tomas del niño alimentado al pecho varía de acuerdo con varios factores: la producción de leche de la madre y su capacidad de almacenamiento (las madres con más pecho en general tienen mayor capacidad de almacenamiento), así como con las necesidades de crecimiento del niño. Los días en que se producen picos de crecimiento (días de mayor frecuencia) o el pequeño está enfermo, pueden cambiar temporalmente los patrones alimenticios del bebé. Es importante tener en cuenta que el consumo calórico del niño aumenta al final de la toma, así que imponer límites arbitrarios sobre la frecuencia o duración de las tomas puede desembocar en un consumo demasiado bajo de calorías por parte del niño.

Mito 6: Es la cantidad de leche que el niño consume, no si es leche materna o de fórmula, lo que determina cuánto tiempo aguanta un niño entre dos tomas.
Realidad: Los niños amamantados vacían el estómago más rápidamente que los niños alimentados con biberón: aproximadamente en 1,5 horas en vez de hasta 4 horas. Esto se debe al tamaño mucho menor de las moléculas de las proteínas que forman parte de la leche materna y las cuales se digieren con mayor rapidez. Aunque la cantidad de leche que se consume es uno de los factores que determinan la frecuencia de las tomas, el tipo de leche es de igual importancia. Los estudios antropológicos de las leches producidas por los diversos tipos de mamíferos confirman que los bebés humanos están diseñados para recibir alimento con frecuencia y que así lo han hecho a través de la historia.

Mito 7: Nunca despiertes al niño que duerme.
Realidad: Aunque es verdad que la mayoría de los niños indican cuándo tienen hambre, es posible que los recién nacidos no se despierten tan a menudo como lo necesitan, por lo que hay que despertarlos para que coman por lo menos ocho veces cada 24 horas. Quizá no se despiertan a causa de los medicamentos que recibió la madre durante el parto, por ictericia, trauma, chupete de entretención, medicamentos maternos o comportamiento introvertido por parte de los niños a los que se les hace esperar cuando dan señales de hambre. Además, las madres que quieran aprovechar la infertilidad natural que produce la amenorrea durante la lactancia comprobarán que el regreso de la menstruación se demora más cuando el niño sigue mamando de noche.

Mito 8: El metabolismo del niño se encuentra desorganizado al nacer y requiere que se le imponga una rutina u horario para ayudar a resolver esta desorganización.
Realidad: Los niños nacen programados para comer, dormir y tener períodos de vigilia. No es un comportamiento desorganizado, sino un reflejo de las necesidades únicas de cada recién nacido. Con el transcurso del tiempo los bebés se adaptan gradualmente al ritmo de vida de su nuevo ambiente sin precisar entrenamiento ni ayuda.

Mito 9: Las madres lactantes deben ofrecer a su bebé siempre ambos pechos en cada toma.
Realidad: Es mucho más importante dejar que el niño termine de tomar del primer lado antes de ofrecer el segundo, aunque esto signifique que rechace el segundo lado durante esa toma. La última leche (que contiene más calorías) se obtiene gradualmente conforme se va vaciando el pecho. Sucede a algunos niños, si se les cambia de lado de forma prematura, que se llenarán de la leche primera, más baja en calorías, en vez de obtener el equilibrio natural entre la leche primera y segunda. Como resultado, el niño no se satisfará y perderá peso, y probablemente tendrá cólicos. Durante las primeras semanas, muchas madres ofrecen ambos pechos en cada toma para ayudar a establecer el suministro de leche.

Mito 10: Si un niño no aumenta bien de peso, es porque la leche de su madre es de baja calidad.
Realidad: Los estudios demuestran que aún las mujeres desnutridas son capaces de producir leche de suficiente calidad y cantidad para suplir las necesidades de crecimiento del niño. En la mayoría de los casos, el escaso peso se debe al consumo insuficiente de leche materna derivado de horarios estrictos, de una inadecuada succión o un problema orgánico del niño.

Mito 11: Cuando una mujer tiene escasez de leche, generalmente se debe al estrés, la fatiga o el bajo consumo alimenticio y de líquidos. Realidad: Las causas más comunes de leche escasa son: tomas poco frecuentes y/o problemas con el afianzamiento y postura del bebé al mamar. Ambos problemas se deben en general a información incorrecta que recibe la madre lactante. Los problemas de succión del niño también pueden afectar de forma negativa la cantidad de leche que produce la madre. El estrés, la fatiga o la mala nutrición rara vez son causas de baja producción de leche, ya que el cuerpo humano ha desarrollado mecanismos de supervivencia para proteger al lactante en tiempos de hambruna.

Mito 12: Una madre debe tomar leche para producir leche.
Realidad: Una dieta saludable y balanceada que contenga verduras, frutas, cereales y proteínas es todo lo que una madre necesita para nutrirse adecuadamente y producir leche. El calcio se puede obtener de una gran variedad de fuentes no relacionadas con los lácteos, como las verduras verdes, semillas, frutos secos y pescados como la sardina y el salmón con espina. Ningún otro mamífero toma leche para producir leche.

Mito 13: Chupar sin el propósito de alimentarse (succión no nutritiva) no tiene objeto.
Realidad: Las madres con experiencia en lactancia aprenden que los patrones de succión y las necesidades de cada niño varían. Aunque las necesidades de succión de algunos niños se satisfacen primordialmente cuando comen, otros niños requieren más succión al pecho, aun cuando hayan acabado de comer hace unos minutos. Muchos niños también maman cuando tienen miedo, cuando se sienten solos o cuando algo les duele.

Mito 14: Las madres no deben prestarse a ser el "chupo de entretención" de su hijo.
Realidad: Consolar y suplir las necesidades de succión al pecho es el diseño de la naturaleza para madres e hijos. Los chupones (chupetes, chupos, bobos, pepes) son un sustituto de la madre cuando ella no está. Otras razones de ofrecer el pecho para apaciguar al niño incluyen un mejor desarrollo oral y facial, la prolongación de la amenorrea, evitar la confusión de succión y estimular una producción adecuada de leche que asegure un índice más elevado de éxito de la lactancia. Y sobre todo, un niño tranquilo que encuentra consuelo en su madre, lo cual fortalece su desarrollo emocional.

Mito 15: La confusión tetina-pezón no existe.
Realidad: La alimentación al pecho y la alimentación por biberón requieren diferentes técnicas orales y motrices. Los chupos o tetinas artificiales proveen una especie de "sobreestimulación" en la que los niños pueden fijarse y preferir al pezón, más suave. Como resultado, algunos bebés desarrollan la confusión de succión y usan técnicas no adecuadas para mamar al pecho cuando se les ha ofrecido biberón y pecho. Esto hace que no sean eficientes obteniendo leche y en ocasiones agrietan a su madre.

Mito 16: La lactancia frecuente puede dar lugar a la depresión postparto.
Realidad: Se cree que la causa de la depresión post parto es debida a las hormonas fluctuantes que se presentan después del nacimiento del niño y que puede agudizarse por la fatiga y por la falta de apoyo social. Sin embargo, se da en mujeres que han presentado problemas anteriores al embarazo. Por otra parte, se sabe que las mujeres que amamantan con frecuencia presentan con menos frecuencia depresión post parto.

Mito 17: Alimentar al niño a demanda no facilita el vínculo maternal.
Realidad: Responder de forma sensible y rápida a las señales del niño une a la madre con su hijo de tal forma que se sincronizan, lo cual crea un vínculo mayor. Adicionalmente, un bebé que no llora porque es atendido con prontitud, no genera situaciones de estrés familiar debido a su llanto.

Mito 18: Las madres que miman a sus hijos demasiado y los llevan demasiado en brazos los malcrían.
Realidad: Los niños a quienes se lleva en brazos a menudo lloran menos horas al día y muestran mayores rasgos de seguridad al crecer. Los bebés necesitan la seguridad de los brazos de su madre más de lo que imaginamos.

Mito 19: Es importante que los demás miembros de la familia alimenten al niño para que también ellos desarrollen un vínculo.
Realidad: Alimentar al niño no es la única forma con la que los demás miembros de la familia pueden acercarse al niño. Cargar, acariciar, bañar y jugar con el bebé son muy importantes para su crecimiento y desarrollo, así como para su vínculo con los demás.

Mito 20: El hecho de que sea el niño quien dirija su alimentación (con la lactancia a demanda) tiene un efecto negativo sobre la relación de la pareja.
Realidad: Los padres maduros se dan cuenta de que las necesidades del recién nacido son muy intensas, pero también, que disminuyen con el tiempo. De hecho, el trabajo en equipo que se realiza al cuidar de un recién nacido puede unir a la pareja conforme ambos aprenden a ser padres juntos.

Mito 21: Algunos niños son alérgicos a la leche materna.
Realidad: La leche materna es la sustancia más natural y fisiológica que el niño puede ingerir. Si el bebé muestra señas de sensibilidad relacionadas con la alimentación, en general se deben a alguna proteína ajena que ha logrado entrar a la leche materna, y no a la leche materna en sí. Esto se remedia fácilmente eliminando el alimento ofensivo de la dieta materna durante un tiempo.

Mito 22: La lactancia demasiado frecuente causa obesidad en el niño cuando él crece.
Realidad: Los estudios científicos demuestran que los niños amamantados autocontrolan sus patrones alimenticios y la cantidad que ingieren, que tienden a consumir la cantidad de leche adecuada para su propio cuerpo. Es la alimentación con biberón y la introducción precoz de alimentos complementarios la causa de que se vean afectados de obesidad al crecer, no la lactancia natural.

Mito 23: Dar el pecho mientras el niño está recostado causa infecciones de oído.
Realidad: Dado que la leche materna es un fluido vivo y lleno de anticuerpos e inmunoglobulinas, el bebé lactante tiene menor probabilidad de desarrollar infecciones de oído, independientemente de la postura que utilice. De hecho, cuando la madre amamanta sentada, el bebé está horizontal en sus brazos. Además, la disposición de los músculos al momento de succionar cierra la comunicación con el oído.

Mito 24: La lactancia prolongada más allá de los 12 meses del niño carece de valor, ya que la calidad de la leche materna empieza a deteriorarse a partir de los seis meses de vida.
Realidad: La composición de la leche materna cambia de acuerdo con las necesidades del niño conforme éste madura. Aun cuando el niño ya es capaz de recibir otro tipo de alimentos, la leche materna es su fuente primordial de nutrición durante los primeros 12 meses. Se convierte en complemento de los alimentos al segundo año de vida. Además, el sistema inmunológico del niño tarda entre dos y seis años en madurar. La leche materna continúa complementando y ayudando al sistema inmune mientras el niño la siga tomando. Investigaciones recientes nos muestran que la leche materna es más rica en grasa y energía después de un año de lactancia: contiene casi 12% más de calorías que la leche de una madre de un bebé recién nacido. Igual sucede con los factores protectores.



*Curso Básico de Lactancia Materna de la Capacitación SUMAR del Ministerio de Salud